miércoles, 27 de enero de 2010

encuentros


anoche. eran las 9 y media. volaba sobre la cordillera de los andes. y lo vi. instante sublime. maravilloso. cuando el día se encuentra con la noche ese fragmento del tiempo. y uno tiene el privilegio de tener los ojos abiertos.

jueves, 14 de enero de 2010

Terminal


Hay algo en la Terminal. Puede ser acá, en Estados Unidos, en Europa o en cualquier lugar del mundo. Pero una terminal de buses, a las 2 de la mañana es un lugar cerrado, donde una televisión retumba, y las personas son tal vez de manera excepcional, los solitarios de siempre. Ese sonido que llena los espacios como en una galería deshabitada. Y la mirada entre despierta y dormida, ansiosa por la llegada del bus que te llevará a destino. Cada tanto, alguien, generalmente con un pantalón azul o gris, puede pasar, con un lampazo, o un cepillo, limpiando el piso del polvo que por alguna razón, siempre se resiste.
Si la terminal está al medio de un viaje, en un pueblo perdido, la dosis de desolación puede ser adicional. Si además la gente habla en otro idioma, se puede multiplicar. De cualquier manera, esa sensación de estar en un paréntesis, como tantas esperas en una terminal, es una tremenda oportunidad para pensar y darse cuenta. Terminal tras terminal. ¿De eso se trata?

martes, 12 de enero de 2010

Viajan por el tiempo


Algunos seguimos caminando cerca, y hemos ido atravesando territorios, mujeres, maridos, hijos, pérdidas, alegrías, logros, siempre acompañándonos. Animándonos de cerca. Más acá o más allá.
Los eternos asados de los jueves siguen inmutables para muchos de nosotros.
Otros se han quedado pegados en esa foto. Y en tantas otras, más lejanas. Con un sombrero de cumpleaños y una corneta. O andando en un triciclo. O celebrando un gol. Y ahí siguieron congelados por años, incluso décadas. O eso creía.
Hace tiempo algunos se animaron y viajaron en el tiempo. Han ido apareciendo de a poco. Algunos de la mano de gente de este tiempo. Otros surgen así, súbitamente, cuando me asomo a mirar como un pescador, qué ha recogido esta vez la red.

martes, 5 de enero de 2010

Una montaña Rusa

Hace unos días que estoy subido a tu montaña rusa.
A veces subimos riendo, tranquilos, ansiosos y excitados.
En un momento todo se detiene. La cumbre. Lo más alto.
No es posible subir más. La paz de un segundo. La plenitud de todo con vos.
Un paréntesis que sueño infinito.
Y después bajar con el vértigo que intenta alcanzarnos.
Y el alma que se quedó en la cúspide. Y el corazón.
Será por eso que abajo primero es el cuerpo embrutecido.
Y después cuando todos llegan, sólo después,  pensar, sentir, compartir.
Aunque ya es tarde; la carne primero hizo lo suyo.
Después volveremos a subir, despacio, con calma, para encontranos nuevamente en la cima.