Todos han hablado del aporte de Steve Jobs al mundo en general, por eso no creo que valga la pena seguir enunciándolo, a pesar de ser Mac Fan declarado.
Mi pequeño homenaje, es tal vez un poco más modesto, y tiene que ver con la primera vez que yo vi esa manzana mordida.
Era 1984 y yo estaba por cumplir diez años. En la calle Colón, todavía estaba el consultorio de mi pediatra, el Abel Albino.
Como pocas veces, había ido con mi papá. Era invierno y hacía mucho frío. Y cuando salimos, en ese atardecer azul oscuro de las seis y media en Mendoza, los ventanales de un negocio iluminaban la vereda.
Ibamos de la mano, esa mano grande y cuadrada que tiene mi viejo, que es la misma con la que hoy tomo yo la mano de mis hijos. Nos paramos a mirar y entramos. Estaba sobre un escritorio, todavía cuadrado, todavía color té, todavía sin saber de Helveticas o Adobes o jpegs. Y al lado, conectado a un pequeño cable, estaba ese rectangulito con una rueda.
- Mirá -me dijo mi viejo- eso se llama mouse.
Algunos padres llevan sus hijos a pescar, otros los llevan al estadio, o les enseñan cualquier cosa que los marca para siempre. A mí mi viejo me enseño que eso era un mouse, y que el computador era Apple.
Gracias Steve Jobs por ese momento con mi viejo, que tantos años después recuerdo como si fuera hoy.
Ehhh, qué grande! MI papá es Abel Albino!!!
ResponderEliminarSaludos para él!!!
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