Fue hace unos días atrás. Me puse a ordenar las carpetas de la compu, y en eso aparecieron de repente, año a año, tantas fotos del pasado. del reciente y del no tanto.
Con Juli nos quedamos pegados mirándolas, riéndonos, recordando tantos momentos, historias, experiencias. Dice un cantante que no hay tiempo peor perdido que el tiempo perdido en añorar. Puede ser, pero esto no era añorar, era mirar y revivir por un momento los momentos. Y de paso, dos lecciones que son aplicables 100% en el presente, con lo cual, valió la pena el ejercicio.
1) No importa lo grandes que creas que están tus hijos hoy. Mañana, cuando mires las fotos que tomaste hace un rato, te vas a sorprender, y vas a sentir que no, que seguían siendo unos mocosos.
2) No importa lo gorda o gordo que creas que estás hoy. No importa lo vieja o viejo que creas que estás hoy. No importa lo bien que te sientas con ese corte de pelo hoy. Mañana, cuando mires esas fotos, te vas a dar cuenta que estabas genial, que eras un/a pibe/a, y que tenías un gato en la cabeza!
En síntesis:
1- Tus hijos siguen siempre serán niños.
2- Hoy estás mejor de lo que crees, salvo por el desastre que te hiciste en la cabeza...
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