Yo no sé si serán los años, que tampoco son tantos, pero como que desde hace un tiempo, se me ha dado por indagar cómo hablamos, es decir, qué palabras usamos, qué palabras o frases no usamos, cuáles se van quedando totalmente obsoletas, ya sea porque la tecnología que mencionan deja de estar vigente, como "Long Play" o porque la costumbre ya no es tal: "arrastrar el ala", "una estrella rutilante", "descoser el mocasín", etc.
En general, no soy un acérrimo defensor de la tradición lingüística. Si fuera así, debería estar hablando como el acta del a independencia, y entre 1816 y hoy, cambiaron muuuuchas cosas. Pero sí debo reconocer que hay cosas que me generaran una cierta urticaria, como por ejemplo, cuando comienzan a generalizarse ciertas economías en algunas formas de hablar, y que van robotizando la expresión, como si fuera una especie de código fuente obligatorio.
Por ejemplo: Cuando algún periodista, generalmente notero, transmite en directo algún acontecimiento y para enlazar la comunicación con "Estudios Centrales" dice: "Mencionarrrr que el accidente se produjo... bla bla bla".
Yo me pregunto: ¿por qué parte diciendo "mencionar"? ¿no podría decir, por ejemplo: "Es importante mencionar, o quiero mencionar"?
O cuando estás en un grupo de gente, de amigos, o de esas dinámicas de la oficina, cuando te toca finalmente hacer una conclusión, que algún chupamedias dice cuando le toca el turno: "Agradecer nada más a los organizadores, por el esfuerzo y pim pam pum". ¿Qué es eso de "Agradecer"? ¿Quiero Agradecer? ¿Me siento obligado a agradecer? ¿Necesito agradecer? ¿Odio agradecer? ¿No tengo la menor intención de agradecer?
Si la idea es economizar, digamos, tal vez lo mejor sería decir: "Gracias a todos", ¿No?
¿Me acompañás en esta gesta para que cuando hablemos, sobre todo desde nosotros, lo hagamos de verdad desde nosotros y no desde una fórmula vacía sin ningún tipo de sentido ni relevancia?
Gracias!!!
Mencionar que es un tema interesante, realmente. =)
ResponderEliminarBromas aparte, comparto la inquietud sobre este asunto de comunicarnos.
Creo que hablar "correctamente" tal como aprendimos de los viejos maestros, es una guerra perdida.
Lo que aprendimos de niños va camino a sumarse a la lista de lenguas muertas.
La causa principal, posiblemente no sea diferente a la que marcó tal destino a las precedentes.
Según algunas versiones de la historia, las lenguas desaparecen por causas tales como guerras colonialistas, emigraciones por cuestiones económicas, entre otras.
Creo que en el momento actual, uno, si no el principal motivo de la transformación de nuestra lengua materna, es la globalización y su inevitable colonización cultural por parte de los paises más poderosos.
Nuestros maestros están prácticamente desarmados ante la parafernalia tecnológica que invade nuestra cultura con su lengua mutante con base en el inglés.
Desde que los almacenes de estos lares pasaron a llamarse stores, el servicio de entrega a domicilo se promociona como delivery, entre otras cosas tales como dejar de oir español en las canciones de nuestras radios, y cosas asi que es redundancia pura seguir detallando.
Las tecnologías en imparable desarrollo, llegan a ser tan populares que lógicamente han de terminar imponiendo un nuevo lenguaje.
Los planos del cine van cambiando para adaptarse a las pantallas pequeñas. Mucha de la música que se considera popular, ya no comunica ideas a través de sus letras, casi inexistentes o muchas veces como algo secundario o parte de los sonidos bailables.
Comunicar ideas a través de los medios modernos va imponiendo un lenguaje nuevo.
En Uruguay tenemos un relator deportivo dedicado al fútbol, que en ese afán de estar entre los más populares, trata de imponer, y a veces lo logra, una serie de frases "graciosas" tales como " Es lo que hay valor"
Se lee mucho menos y se escucha mucho más. La aparente consecuencia de ello es escribir como suena. Por eso ya se están tornando inútiles algunas letras. ¿ quien va al almacén y pide un troZo de Zapallo? En fin, ya ni vamos al almacén y no se necesita hablar con el cajero del súper, simplemente tomamos el producto embolsado, hacemos fila hacia la caja, mostramos la tarjeta y pagamos, no necesitamos hablar absolutamente nada para adquirir nuestros alimentos.
Nuestros hijos pasaron de llamarse Andrés o Nicolás a llamarse John o Shon, Miguel pasó a ser Michael o Maicol.....
En fin, quien tenga acceso a los escritos de escolares modernos, verá que todo suena igual, tenga Z, S o C, ni siquiera el idioma del colonizador es respetado. He visto escribir Yopin para referirse al shopping, Yor, en alusión al viejo y querido short de baño.
¿ no será hora de aggiornar el idioma y la manera de hablar y dejar de combatir contra molinos de viento? Al fin y al cabo, el progreso termina haciendo lo que se le antoja y no se detiene en menudencias tales como el respeto.