martes, 21 de diciembre de 2010

Angry Birds: ¿Jugando a ser terroristas?


OK, me dejé llevar por la moda de Angry Birds. Anoche estaba a la 1 de la mañana, gastando las últimas energías de la batería de mi celular, sentado en el baño,  y con las piernas acalambradas, pero no me podía levantar. Tenía que pasar ese nivel, y cada pajarraco reventado sin lograrlo era una más, y una más.

Estaba a punto de enojarme y miré las plumas volar, y pensé en cómo inmolaba los pajaritos, tratando de derribar las fortalezas de los cerdos, que sonreían impunes ante mis malogrados intentos.

De pronto, una suerte de epifanía o de iluminación me mostró una nueva dimensión de este famoso jueguito. Millones de personas en el mundo estamos inmolando pajaritos como quien inmola terroristas para derribar torres gemelas!!!! 

Me costó  admitirlo porque por principio rechazo cualquier forma de violencia, pero en el fondo es la misma situación. El pobre pajarito inocente que entregando su vida por una causa mayor, logrará vengar a los suyos de esos cerdos capitalistas que se resguardan en sus rascacielos fortificados. ¿Eso en sicología no se llama proyección? 


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Temporada de Cerezas

Siempre que llega diciembre, vuelvo a pensar en las cerezas. Hay quienes prefieren las frutillas, los berries de cualquier tipo, o los duraznos. A mi me gustan las cerezas.
Debe ser porque son un flashback a mi infancia en un barrio que terminaba en una finca llena de cerezos. Finca inevitablemente asaltada año tras año, generación tras generación de vecinillos ávidos de ese sabor que teñía de rojo las carcajadas agitadas. Carcajadas que escapaban furtivamente como furtivamente habían escapado de algún escopetazo al aire. Siempre un cuidador perro del hortelano, de esos que no comen ni quieren dejar comer.
Hoy la finca ya no está. Está por supuesto el infaltable mall a cielo abierto, con cientos de vistosos negocios y tiendas para todos los gustos. Las calles pavimentadas. Y guardias pero que no disparan al aire. No disparan. Seguros de la civilidad de las miles de familias que recorren los negocios los fines de semana. Y que por supuesto, no roban cerezas como lo hice yo con mis amigos. Pero esa es otra historia anestesiada.
Por eso me gustan las cerezas, y como alguien me dijo por ahí, mejor si son maduras. Y robadas.



viernes, 26 de noviembre de 2010

1º de desviación

Pasa sin darte cuenta. Crees que es un pequeño desvío y que pronto estarás encaminado en la ruta original. Sin embargo ese pequeño grado de desviación, finalmente termina alejándote de forma total, y todavía no sé si definitiva, del camino inicial.
No termino de entender en qué momento pasa. No podría afirmar que es inevitable. Sólo sé que siempre que creo tener mis rutas y mis procesos medianamente encaminados, en un momento todo se trastoca nuevamente y no entiendo cómo llegué donde llegué.
Es cierto que el proceso me hace crecer. Simplemente me pregunto si esto será finalmente de lo que se trata vivir. Proponer caminos, para terminar en rutas insospechadas una y otra y otra vez.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Santiago en 100 palabras

Lo logró después de varios años. Había ahorrado peso a peso para cumplir ese sueño maravilloso que lo elevaría de peatón, a la envidiable categoría de automovilista.
La concesionaria estaba en Bilbao. Caminó ansioso desde la línea 4 del metro, hasta la iluminada vitrina que exhibía ilusiones último modelo en vistosos colores de movilidad social.
Hizo todo rápido, asegurándose que nadie le quitara ese anhelo azul eléctrico que arrancó a la primera, en un ronroneo vibrante.
Era feliz.
Salió al atardecer. Ocupó el último metro cuadrado disponible de pavimento santiaguino. Y su cero kilómetro quedó  varado, cero kilómetro para siempre.  

martes, 2 de noviembre de 2010

Todos amamos a las chinitas.

Esta mañana fui a cargar combustible a mi moto. Como pagué con tarjeta de crédito, el señor bombero, (brazo lleno de tatuajes, pelo medio largo, cara de metalero de fin de semana), me extendío esa botonera para poner claves, pin pass y esas cosas.

Sobre el teclado, oronda, caminaba una chinita (mariquita, vaquita de San Antonio). Y a pesar de que ya se me hacía tarde, me tomé el tiempo para  evitar molestarla, mientras oprimía las teclas respectivas, esperando que el bichito se corriera de las teclas que tenía que apretar.

Mi sorpresa mayor, fue cuando le devolví el teclado al bombero de ceño fruncido, porque se quedó mirando y me vio a mi como diciendo, esperemos que se corra de los botones. Como ello no ocurría, terminó soplando muy sutilmente, de forma delicada, diría yo, hasta que al final se fue volando muy tranquila hasta algún otro lugar. 

Me subí a la moto sonriendo, y pensando que si hubiera sido una hormiga, una mosca, una oruga, o una araña, el bombero y yo la hubiéramos pulverizado sin miramientos. En cambio a una chinita, era inimaginable hacerle nada.

¿A vos te pasa lo mismo? ¿Será que todos amamos las chinitas?  


miércoles, 27 de octubre de 2010

lleno - vacío

A veces siento que esto me identifica tanto...

jueves, 21 de octubre de 2010

Insolente primavera

No te engañes. Esos días que parecen robados al invierno son una artimaña de la primavera. Cuando menos lo imaginas, te va a sorprender doblando una esquina. En complicidad con alguna ráfaga de viento de la tarde, te va a atacar sin aviso previo. Su modus operandi es más o menos así: Uno avanza distraído, pensando en el día que se fue, en la nota de la maestra de los chicos en el cuaderno de comunicaciones o en cualquier otra trivialidad, y de repente el pecho se infla de fragancias. Y es inevitable. 
Pueden ser azahares,  jazmines, u otra especie; lo mismo da. Siempre esos asesinos de la tristeza y el aburrimiento. Una vez que te atrapan, te llevan inevitablemente a la calle de la infancia, a un amigo que ya no está, una bicicleta vieja, la voz de tu mamá llamándote a comer. Primavera insolente, cómo se te ocurre irrumpir así en mi vida, inyectarme tu veneno perfumado que me enrostra sin respeto tantas cosas olvidadas en la montaña de la monotonía.

lunes, 4 de octubre de 2010

animales domésticos

me estaba acordando del principito. la historia del principito y el zorro. y pensaba en ese momento en el que finalmente se cruza el límite. y somos más domésticos que salvajes. 

cómo en ese proceso, sutil pero inexorablemente, vamos dejando que el viento de los días y nuestra voluntad, deshojen una a una las rayas del tigre, otoño cotidiano que todo lo termina transformando en predecible.

peligrosamente inofensivo, si confiamos que hoy será también mañana. 

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Estas son mis herramientas

Vas a ver que desde acá, solo me puedo mostrar con estas herramientas. Hasta donde me alcance con ellas a explicarte, a describirte, a animarme a contar.

Puedo construir con ellas las amenazas más temibles: bombas, proyectiles, agravios, blasfemias y prevenir tus represalias entretejiendo fortalezas, barricadas, silogismos y argumentos verosímiles, filosos, estratagemas que sólo ellas pueden crear.

También puedo elegir otro camino, y mostrarte algo probablemente más artesanal. Edificar con ellas otro tipo de encuentros, relaciones, metáforas y sentimientos. Otras intenciones, otros fines.

Cualquiera sea el motivo, estas son las herramientas. Las que me alcanzan. Aunque trato de ir buscando nuevas cada día. De ir adquiriendo nuevas habilidades en su uso. De mejorar constantemente para que sean tan mías como una extensión de mi. Pero es en vano. Por más que lo intente, mis palabras solo pueden dar forma a una pequeñísima parte de todo lo que soy en verdad.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

las letras



Cuáles serán al final de mis días, las más usadas. Cuántas veces habré escrito la palabra amor, o Dios, o vos. Estadística inútil, improbable, como la belleza de utilizar un lápiz para cada carácter. Tal vez necesario ejercicio para un juicio final, ese que inevitablemente confrontará al final de mis días, si las letras que forman M-E-M-O-R-A-N-D-O, fueron plasmadas en ese orden, en un número infinitamente superior a las que forman P-R-I-M-A-V-E-R-A, o L-L-U-V-I-A. Quizás sea un ejercicio importante el de llevar algunos registros en ese caso. 

Por lo pronto, voy descubriendo que usar un lápiz incorrecto podría llevar a equívocos peligrosos, como escribir INFIERNO en lugar de INVIERNO, o PISTOLA cuando en realidad quise pedir una PISCOLA. 

Pobre W. Ahora que la pienso, ese lápiz debe estar casi intacto. No me llamo Walter, ni Waldemar, tomo poco Whisky, y no hablo de Watts. En cambio la J y la F... 




lunes, 13 de septiembre de 2010

el ciudadano promedio estafado

Cada cierto tiempo aparecen en la tele, o en los diarios. El ciudadano promedio, pobre víctima de un sistema cruel y despiadado, que utiliza sus peores artimañas, sus más viles engaños, para aprovecharse de este trabajador abnegado, de esta dueña de casa sacrificada, de aquella pareja inocente.

Los engañadores son malos, pérfidos y crueles. Se aprovechan de la ingenuidad de estas pobres personas. Y luego de su engaño, desaparecen, seguramente riendo a carcajadas de la ridícula situación del estafado. Y dejan a nuestro ciudadano promedio mirando tristemente con cara de ternero degollado.

Y es verdad, todos de alguna manera hemos caído tal vez en alguna pequeña estafa. Sin embargo, salvo aquellas veces donde realmente alguien se aprovecha de nuestra buena voluntad, (digamos por ejemplo cuando alguien cae en la típica estafa del falso epiléptico que necesita pagar sus medicinas), la mayoría de las veces que el ciudadano promedio es estafado, lo hace porque él también percibe que podría ganar algo, sacar una ventaja inusitada, hacer algo que le daría una cierta posición de privilegio respecto del común de los mortales.

El ciudadano promedio se queja de que lo estafaron pero...

- lo estafaron porque quería comprar una película trucha en la cuneta y vino en blanco, sin nada grabado, - o porque compró en la calle un libro sin la mitad del texto.
- o porque no le quieren cambiar aquella prenda que compró sin boleta.
- o porque creyó de verdad que le iban a compartir un número de lotería ganador.
- o porque está convencido de que ganó un concurso telefónico en el que nunca participó.
- o porque está convencido que puede comprar un notebook por 50 lucas, en una población.
- o porque le va a ganar al pepito paga doble...

La lista es infinita... el ciudadano promedio es víctima de su propio afán de querer ganar ventaja. Admitámoslo, a veces pagamos por querer pasarnos de vivos. Y porque vemos lo que queremos ver. O creemos lo que queremos creer, aunque la razón nos diga que es totalmente inverosímil.


Imagen de: http://i.imgur.com/HWKW3l.jpg

viernes, 3 de septiembre de 2010

ejercicio holístico.

Ir al centro de Santiago es una experiencia notable. No importa cuántas veces vaya. Siempre me quedo con algo nuevo. Un edificio. Un olor. Un personaje.
Hoy fui caminando desde Avenida Italia. Parque Bustamante y las luces de la ciudad un día después de la lluvia torrencial. Cruzar y Lastarria con ese look parisino cortado de cerca por un cerro infinitamente verde, único, latinoamericano. Los estudiantes de turno y una pareja de uniformados que pololean. Siempre el contraste y el descubrimiento. Después Monjitas y la calle del museo. La ciudad cosmopolita. Los metales pesados, las tiendas de arte y los bares gay friendly. Las ondas, las zapatillas de colores y las bicicletas con marcos de carey en los anteojos con sombrero y jeans. Las hormonas en ebullición a través de los vidrios oscuros, a medida que los cafés van transformándose de a poco en un Kintaro o en un almacén. Y después es menos París pero igual Buenos Aires, pero siempre Santiago. Y sopaipillas. Y maní confitado. Y calles peatonales. Quioscos de revistas que sea caen con ediciones de hace siglos. Comida china. Cafés de vidrios oscuros. Siempre buscando señoritas. Payasos y malabaristas con una esfera de cristal. Un poco de vértigo vestido de ciudadano anónimo. Un poco de cuidar la billetera y el iPhone, que de ida es Gepe y queda perfecto cuando tapa el ruido de las micros y las secretarias, y de vuelta es Modest Mouse, y suena bien igual aunque es un poco de contraste. Plaza de armas, y pollo frito, bolsos de viaje en una tienda, ajedrez y predicador. Perro con un sweater que duerme en el semáforo. Escolares que silencian mi música con su alegría. Comida rápida comida rápida. Muy rápida antes de que sea la hora de volver a los ascensores con botones de bronce. Y otro botones en la puerta de ese club que no es café pero sí piernas. Y mira con cara de inocente invitándome a pasar. No alcanzo a mirar todo. Me quedo con un farol que alguna vez fue un lujo. Y con un ciruelo en flor que sobrevivió al vendaval de agosto. Santiago. El centro de Santiago. Tan mío también, después de tantos años.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El ciudadano Promedio

Hace tiempo que vengo pensando en una manera de describir a una cierta parte de la sociedad, esa que probablemente no constituye la gran masa crítica, pero que por sus características termina siendo muchas veces la vara con que medimos a ciertas características del ser nacional (independiente de su país).

Es, tal vez una caricatura, que muestra grotescamente los aspectos que no siempre queremos ver, pero que son los que dan la nota, los que terminan siendo noticia, tal vez revelando el morbo que nos genera ver a través de los medios lo más penoso de nuestra manera de ser sociedad.

El otro día lo vi en una trailer de película infantil, donde el superhéroe se dirigía a un pequeño personaje de la multitud diciéndole "ciudadano promedio". Y me pareció muy acertada esa manera de referirse a ese ser anónimo que por 30 segundos destaca de la muchedumbre a la que pertenece, y es famoso por un rato en un video de youtube, o haciendo el ridículo en una cámara oculta, o en un reportaje de domingo por la noche que toma a los paseantes que regresan a la ciudad y están atascados en el tránsito.

A ese ciudadano promedio quiero dedicarle este pequeño espacio, porque en él veo retratados muchos, tantos, demasiados de los pormenores de que tanto nos quejamos. Salud ciudadano promedio! Tú, yo, tantos otros...

viernes, 27 de agosto de 2010

el problema de algunas virtudes

es cuando sabes que las tienes.

jueves, 26 de agosto de 2010

ludopatía en cuotas

Lo pensé mientras escribía un mail.
después de todo, esto de trabajar y trabajar y trabajar, no es también una forma de apostar la vida? Porque criticamos al pobre infeliz que se jugó todo en el casino, a los dados o en los burros, pero también están los que se pasan la vida apostándole a pasarse catorce horas al día en un laburo y que también los termina dejando sin nada: sin tiempo, sin familia, sin amigos, sin razones, sin excusas para no mirarse un rato y darse cuenta que pusieron todas sus fichas a un juego más, que es sólo eso. Un juego.

martes, 24 de agosto de 2010

física cuántica barata

Hace tiempo escuché que lo de la física cuántica tenía que ver con la multicausalidad, y cómo eso afectaba directamente las dimensiones de la realidad que la física tradicional entendía cómo inamovibles.
Curiosamente algo tan difícil de entender desde mi limitadísima comprensión, se hizo patente esta mañana, cuando estaba atrapado en el medio de un taco santiaguino. En ese instante entendí cómo las dimensiones del tiempo y el espacio son tan relativas.
En un ejemplo concreto, a las 3 de la tarde de un día domingo, puedo recorrer el trayecto que hay entre Una calle y otra, en aproximadamente 30 segundos. Podría inferirse desde la física tradicional que para que un punto x llegue a punto y, transcurre un tiempo z. y que siempre debería transcurrir el mismo tiempo z. Pues no. Las calles de Santiago albergan la respuesta a una pregunta que hasta hoy, para mí era incomprensible. El tiempo z es relativo. A las 8 de la mañana, recorrer la misma distancia entre el punto x y el punto y, puede tomar quince minutos. Una demostración clara que el tiempo y el espacio son algo relativo...

viernes, 13 de agosto de 2010

A propósito de los refutadores de leyendas, Toy Story Tres y el olor de mi hija Juana

El genial Alejandro Dolina, hablaba en las Crónicas del Angel Gris de Flores, de los Refutadores de Leyendas. Siempre me apasionó ese relato, porque me identificaba más con los Hombres Sensibles, que con aquellos aguafiestas de la ilusión, que todo lo llevan a un silogismo, o una fórmula de excel. 

Lo traigo a colación, porque días atrás leí una nota en un suplemento de tendencias de un diario chileno, que explicaba por medio de una teoría sicológica "¿por qué los hombres lloran cuando ven toy story III?" Y Yo, que me jacto de ser uno de ellos que incluso hipó y sollozó en el momento de mayor clímax emocional de la película, me enfrenté a una racionalización profesional que me trataba de explicar que en realidad ese llanto había sido "una proyección de todo lo que en realidad me había tocado abandonar durante mi proceso de maduración e ingreso a la vida adulta". ¿Cómo le digo al periodista o al sicólogo que teorizó, que en realidad me encantó la historia y todo el romanticismo de los juguetes y la lealtad y que en realidad me importa muy poco racionalizar sobre mi adolescencia cuando veo una película. Me gusta el cine porque me gusta sentir, me gusta sentir porque me recuerda que soy un ser humano. Todas las explicaciones que pueda hacer la sicología al respecto me parecen innecesarias, al menos para la emoción que me generó ver esa película. 

Lo mismo me pasa con mi hija Juana, y con cualquiera de mis otros hijos. Pero me refiero específicamente a Juana que es bebé, porque cuando me acerco y siento su olor, me surge una sensación de paz y bienestar, que yo llamo amor. Amor de papá. Amor infinito de esos que lo más parecido a una explicación es que nos infla el pecho y no nos deja respirar bien, porque no alcanzan las palabras para describirlo. Eso que yo llamo amor, según los científicos, se debe a unas secreciones cerebrales que se llaman endorfinas y que generan una sensación de pacificación y no sé qué vainas más... A eso me refiero. Es amor. Todo lo demás, para qué me interesa?

Me gusta sentir, me gusta emocionarme, me gusta saber que soy más que una máquina que funciona por estímulos químicos, físicos o sicológicos. Me gusta ser humano. Gracias Dolina, por enseñarme que puedo ser parte de una gigantesca organización, que tal vez fundara Manuel Mandeb, o algún filósofo griego; la de los hombres sensibles.

viernes, 30 de julio de 2010

mirando fotos

Fue hace unos días atrás. Me puse a ordenar las carpetas de la compu, y  en eso aparecieron de repente, año a año, tantas fotos del pasado. del reciente y del no tanto.
Con Juli nos quedamos pegados mirándolas, riéndonos, recordando tantos momentos, historias, experiencias. Dice un cantante que no hay tiempo peor perdido que el tiempo perdido en añorar. Puede ser, pero esto no era añorar, era mirar y revivir por un momento los momentos. Y de paso, dos lecciones que son aplicables 100% en el presente, con lo cual, valió la pena el ejercicio.

1) No importa lo grandes que creas que están tus hijos hoy. Mañana, cuando mires las fotos que tomaste hace un rato, te vas a sorprender, y vas a sentir que no, que seguían siendo unos mocosos.

2) No importa lo gorda o gordo que creas que estás hoy. No importa lo vieja o viejo que creas que estás hoy. No importa lo bien que te sientas con ese corte de pelo hoy. Mañana, cuando mires esas fotos, te vas a dar cuenta que estabas genial, que eras un/a pibe/a, y que tenías un gato en la cabeza!

 En síntesis:
1- Tus hijos siguen siempre serán niños.
2- Hoy estás mejor de lo que crees, salvo por el desastre que te hiciste en la cabeza...

lunes, 26 de julio de 2010

Alienado.

Estaba tratando de entender por qué cada vez que termino un día, me quedo con la sensación de que no terminé de hacer todo lo que tenía que hacer. O por qué de repente me estreso de sólo mirar un texto largo, al que seguramente leeré por encima, en dos o tres párrafos, tratando de adivinar el resto de la información. Y marcarlo como favorito en un browser que seguirá acumulando día a día cada vez más urls sin sentido. 

Entonces pensé, solo por enumerar algunas posibles razone adicionales a las prioridades de la familia y el trabajo en sí, en qué cosas podrían estar ocupando mi tiempo. Llegué a las siguientes conclusiones: 
  • Tengo cuatro cuentas de correo electrónico, que chequeo de manera compulsiva y permanente los 7 días de la semana. Cada una con su respectiva dosis de mails de trabajo, personales, de trabajo personal, de la universidad y de todo lo demás. 
  • Diariamente me llegan a alguna de esas cuentas los titulares de cinco diarios de cinco países diferentes y las actualizaciones de sus respectivas secciones, todos con información relevante, además de los flashes informativos de última hora.
  • Recibo además actualizaciones de otra decena de blogs, newsletters y boletines especiales. Algunos diarios, otros semanales, otros mensuales. Unos hablan de publicidad/marketing/branding, otros de tendencias, otros de cine, de libros, de teatro, de cultura, de viajes. 
  • Tengo por supuesto la consabida cuenta en facebook con cientos de contactos (no digamos amigos), entre ex-compañeros, ex-colegas, ex-alumnos, ex-personas-que-alguna-vez-tuve-cerca-mío. Trato de tenerla actualizada, digamos postear diariamente alguna tontera, saludar a los que están de cumpleaños.
  • Además de eso, también tengo una cuenta en linkedin, small world, flickr, youtube y como no podía ser de otra manera, la cuenta de Twitter. 
Si me pongo a revisar, es virtualmente imposible poder revisar de manera profunda y detallada, la totalidad de contenidos que implica esta cantidad de fuentes de información. Totalmente imposible. Creo que no podría cabalmente llegar a revisar ni la mitad. 

Pero si me alejo de eso, si no reviso nada, es una sensación de vacío, de que me estoy perdiendo de algo. Eso es lo que me hace querer salir corriendo a buscar la pantalla más cercana, para tranquilizar esta conciencia que salta de tarea en tarea, de página en página sin terminar tal vez el proceso sináptico de aprehender donde estoy realmente parado. Dónde estoy pensando. En qué estoy pensando, si es que se puede decir que estoy pensando. ¿No te pasa a veces?

miércoles, 14 de julio de 2010

¿Se puede seguir un modelo para crear?

Es curioso, pero siempre me sorprende cómo todo el mundo se vuelve loco, cuando viene un gurú, un creador, alguien que "la hizo", o sea, ese que todos quisiéramos ser.
El sólo hecho de enterarnos de su venida a este lado del mundo, genera una suerte de parafernalia similar a la de las groupies adolescentes. Todos corren, trafican invitaciones, se jactan de poder asistir. Siempre caemos en lo mismo. Ojo, no me refiero a los que se desloman trabajando de sol a sol, y participan de estas iniciativas como una oportunidad de networking, de que finalmente alguien me escuche... Yo me refiero a ese grupo de papanatas que están convencidos de que asistir a esas conferencias, charlas, summits, etc, les va a dar quizás un poco de esa inspiración que transformó un mortal común y silvestre,  en keynote speaker de un evento de miles de personas, no sé si me explico.

Me hace pensar en la cantidad impresionante de libros, manuales, consejos, decálogos, tips, etc. que hay con la receta para tener la idea perfecta, la aplicación que revolucionará el mundo de la tecnología, el océano azul... como si realmente el momento Eureka, se pudiera replicar en un modelo a seguir. Pienso, si fuera tan fácil como seguir un modelo, yo creo que el mundo de verdad estaría más lleno de creadores de Macs, Twitters, Teléfonos, Autos, Aviones, Cinematógrafos  y demás, no?

Curiosamente, me pasa que amén de estudiar cómo lo hicieron los otros, no nos va a surgir la idea maravillosa, o la inspiración divina. Es más, me atrevería a afirmar que en la mayoría de los casos, aquellos que lo lograron, los exitosos, esos inventores que todos admiramos, ni siquiera son capaces de explicar claramente como lo lograron, más allá de haber trabajado, trabajado y trabajado... que dicho sea de paso, no es precisamente el ingrediente "secreto"...

Como que la cosa va por otro lado, otro completamente diferente. Creo que los que lo logran, lo hacen precisamente porque se fueron por un camino que nadie había recorrido y exploraron donde nadie lo había hecho... digo, no creo que nadie pueda pretender descubrir América, siguiendo la misma ruta de Colón...

martes, 13 de julio de 2010

Trascendencia

De todos los dinosaurios, ¿Cuál habrá sido un verdadero líder deportivo? Digamos, de todos los pterodáctilos voladores, ¿habrá habido alguno que volara más rápido que el resto? ¿Uno que rompiera todos los récords? Los restos arqueológicos no dan cuenta de estas destrezas.

Respecto de los mamuts hembra. ¿cuál habrá sido la verdadera reina de la belleza?  O sea, esa que se llevaba todas las miradas de los mamuts, y la envidia de las mamuts. Ninguna cueva de Altamira consigna ese dato. 

En la raza de los pájaros dodó. ¿Habrá existido "LA VOZ"?  Una pena no  tener un registro radiofónico o de cualquier especie, que contenga un vestigio audible de aquel exponente único del arte musical, capaz de emocionar hasta las lágrimas a las dueñas de casa dodós, incluso a los dodós machos que oían sus sones trasladándose de árbol en árbol buscando el alimento. 

Inevitable preguntarme por algún líder político de indiscutidas habilidades de negociación dentro de la civilizada comunidad de los tigres dientes de sable. Inevitable e infructuoso. No existe documentación alguna capaz de reproducir ni siquiera un párrafo de algún discurso épico. 

A duras penas han quedado unos restos, algunas osamentas, nada que nos permita concluir algo, que nos dé luz sobre estos temas de tanta trascendencia para aquellas civilizaciones y que hoy se perdieron para siempre. 

Ahora es nuestro turno. Y ahí vamos nosotros, seguros de ir dejando una huella indeleble, gigantesca, indudable, de todos los aspectos más distintos y distantes de nuestra creación de la realidad. Avocados a los temás más importantes, y qye más aportan al género humano, y al universo en su totalidad. Nosotros sí haremos la diferencia. Sí seremos realmente más que un destello en un segundo en este universo, ¿o no? 

Vamos que podemos. 

jueves, 17 de junio de 2010

Todo bajo control

Y cuando crees que tienes todo controlado, todo en tus manos; el dinero, el trabajo, la familia, el sexo, Dios, las drogas, los amigos, el amor, la noche, los sueños, el dividendo de la casa, las flores del jardín, el correo basura, el horario de la nana, la dieta, los calcetines, la rueda de auxilio, el vaso de agua por las noches, y todo lo demás; tal vez sea demasiado tarde para darte cuenta de que ya no te tienes más.

lunes, 14 de junio de 2010

Peleando con la naturaleza?

Anoche llovió. El día está nublado, y claro, después de una lluvia, toda la ciudad luce con esa maravillosa alfombra amarilla y ocre, que son las hojas del otoño. Pocas escenas me gustan más de esta época del año. Los cachetes fríos, la casa calentita. Cuando venía para mi oficina, un barrendero estaba empecinado en dejar impecable el cuadradito de césped perfecto, a la entrada de una sala de ventas de departamentos piloto. Terminaba y ya caían una o dos hojas nuevamente y el volvía a quitarlas. Pelea perdida contra la naturaleza, que me recordó tantas otras que yo batallo día a día... inútilmente, tratando de meter mi impronta de manera forzada y artificiosa en lugar de permitir que la naturaleza de la vida haga lo suyo, como debe ser.

sábado, 5 de junio de 2010

Politiquerías

Esta mañana miraba las noticias locales, y me tocó ver a un político, ahora de la oposición, opinando sobre si tal o cual decisión le significaba a quien la tomaba, un costo en su imagen política, un sacrificio en sus niveles de popularidad.
Cada vez que escucho ese tipo de comentarios, igual que cada vez que los escucho cuando analizan los resultados, donde siempre por alguna extraña razón  se declaran ganadores aunque pierdan, llego a la misma conclusión, y termino desinteresándome una vez más de esa alicaída estirpe que dirige los destinos de nuestras vidas gracias a los votos.
Al final del día siempre su tema es estar más preocupados por sus votos, por su popularidad, por sus objetivos políticos, por sus deseos personales para la próxima elección, que por realmente gobernar, por mejorar las cosas, por cambiar el destino de un país, o por encauzarlo. Todavía no se dan cuenta, que cuando empiecen a poner los temas prioritarios en el orden en que deberían ir, todo lo demás, vendrá naturalmente...

martes, 25 de mayo de 2010

Feliz cumpleaños Argentina.

Hoy cumplís 200 años. Algún autor dijo por ahí que sos adolescente. Por eso te deseo hoy, que se te pase rápido la edad del pavo, para que de una vez por todas, no sean las hormonas las que te gobiernan... Te quiero Argentina. Ojalá encuentres tu lugar. Ojalá los argentinos te ayudemos a encontrarlo, de una vez por todas.

viernes, 14 de mayo de 2010

fijaciones plumíferas

Vivo hace 14 años en este maravilloso país que es Chile. Y nunca dejo de sorprenderme cuando voy encontrando nuevas palabras, nuevas formas de referirse a las cosas o a las personas de maneras increíblemente ingeniosas, pícaras, pintorescas, gráficas...

Hace un tiempo, empecé a recopilar palabras en un conjunto que para estos efectos llamé "plumíferas". Y descubrí que hay un increíble glosario popular en Chile, relacionado con este "conjunto". No sé si será porque la cueca tiene su origen en la conquista del gallo a la gallina, pero revisemos algunos ejemplos, para que saques tus conclusiones:

- De partida, un hombre no es un tío, un tipo o un chaval, sino que es un Gallo.
- Como todo gallo, si tiene una trifulca o si necesita declarar una amenaza, no se refiere a "te voy a reventar", sino que muy seguro de sí, profiere un sonoro "te voy a sacar la cresta".
- Un gallo, por supuesto que no transpira, sino que tiene "olor a ala", y sabes por qué? ¡porque no se ha lavado "las presas"!
- Este gallo no va protestando, sino que anda cacareando. Y probablemente, si no "se halla" en algún sitio, debe ser porque se siente "Pollo en corral ajeno".
- Para rematarla, el pronombre por esencia para llamara  un amigo, un cercano o cualquiera con el que hemos hablado por más de cinco minutos, hace referencia al origen de todo ser plumífero: HUEVON!!!!!

Para pensarlo...

lunes, 26 de abril de 2010

frío

ya no me pierdo en la ventana mirando la tarde.
ya no levanto la frente buscando la brisa.
ya no huelo el verano insolente.
ya no siento los grillos de hace unos días.
ni el sabor de las uvas que se desgranan.
porque está volviendo el frío.
y la ventana está empañada.
y el viento helado de la tarde se cuela entre la lana.
y el otoño es hojas secas y el olor de las tostadas
y un perro ladrando a lo lejos.
y tal vez una sopa en la cama.

martes, 13 de abril de 2010

Preguntas lingüísticas

Como el status de Facebook cambia tan rápido, me quedé con ganas de dejar para la posteridad digital esa reflexión de hace unos días atrás.
Y es que si el femenino de actor es actriz, y de emperador es emperatriz...

- El femenino de cantor debería ser cantriz
- El  de pintor, pintriz
- El de locutor locutriz...

 y así, no? 

jueves, 8 de abril de 2010

Perdón Veganos!

Tengo una suerte de contradicción interior.

Los últimos años he visto crecer en gran manera una serie de iniciativas naturistas, vegetarianas, veganas, que surgen como alternativas más sanas de vivir y de comer,  y que con ello, conllevan además un respeto y un reconocimiento por el reino animal.

Veo con qué pasión tantas personas toman esa bandera y la hacen flamear con energía y entrega en sus vidas. Y me parece respetable que así sea, pero me pregunto -he ahí la contradicción- por qué si son opciones de vida, muchas veces siento que la pasión de esos entusiastas a veces se transforma en totalitarismo, en la "unica" opción... no sé si me explico.

Lo curioso del caso, es que si yo me remito a mis más básicos instintos alimentarios, cuando yo pienso en comer, pienso en momentos, y generalmente los mejores momentos, esos que me dan más alegría interior por decirlo de algún modo, son aquellos que comparto con quienes quiero, con quienes me "alimentan" la vida... y siempre acompañados de todo lo no recomendable en términos dietarios, por ejemplo:

- Un viernes por la noche, ver una película en familia, está asociado indefectiblemente a unos completos (o panchos) -idealmente con ketchup, mayonesa, mostaza, tabasco- o unas pizzas con masa crocante y queso chorreante, por supuesto con una bebida gaseosa, y ojalá palomitas.

- Con mi mujer, comernos un chocolate antes de acostarnos es, un placer casi comparable con hacer el amor (nunca un sustituto!)

- Una reunión con amigos o familiares puede tener muchas versiones, pero convengamos que en estos lados del urbe, la versión más cercana a la perfección es el asadito, en cualquiera de sus variedades (chancho, chivo, pollo, pescado, vacuno...) El asado debería ser la octava maravilla del mundo. No por nada el inolvidable Fontanarrosa definía el paraíso en "Cielo de los Argentinos" como un asadito con los amigos, y el partido está por comenzar en la tele.

- Y las empanaditas? qué sería de nosotros los hispoanoablantes si no existieran las empanaditas? Con carne molida, o picada, suave o picante, con huevo, hasta con pasas o con papas. Empanadas en cualquiera de sus versiones.

- Cuando viajo, y estoy en un hotel de esos que tienen desayunos monumentales, no puedo sustraerme al placer de comer unos huevos revueltos con tocino, todos los días que pueda.

- Capítulo aparte, lo confieso, es la comida rápida. Creo que hay pocos momentos tan placenteros en la ajetreada vida de una gran ciudad, como cuando uno entra a uno de esos locales, y muerto de hambre pide esa doble hamburguesa con tocino, doble queso, una coca regular, y papas fritas (con el combo agrandado)  y se sienta a disfrutar con la vista perdida absorbiendo toda esa masa de hidratos de carbono que tanto se parecen a un pedazo de cielo.

- Y en este mundo gastronómico, cómo olvidarnos de las fuentes suizas, alemanas, sangucherías, carritos a la salida del estadio, snacks, cocinerías... en fin, todo lo que se dice boliche en el tradicional sentido de la palabra.

Debo ser un troglodita, y posiblemente esta declaración implique de manera instantánea un rechazo por parte de cualquier organización con gente decente que pelea contra la obesidad y la crueldad animal.

Pero ojo,  yo no estoy hablando de vivir comiendo, sino que creo que no pasa nada si comemos de manera equilibrada cualquiera de estos menús, sobretodo por los momentos que significan estas comidas.

Tampoco pretendo atacar ni desmerecer la opción de vida de quienes eligen no comer nada de esto.

Yo sólo pido, déjenme comer. Déjenme elegir. Son mis mejores momentos!

lunes, 22 de marzo de 2010

Búsqueda esencial


Ayer mi hijo de seis años jugaba con sus Lego. Dentro de su maravilloso mundo de fantasía, construyó un "barco-canoa" pirata. Me encantó, porque no lo hizo siguiendo el patrón o el manual de instrucciones, sino que lo hizo como mejor le pareció a él.

Mientras me lo mostraba, descubrí que el mástil está sostenido por una pieza que tiene el dibujo como de un mapa del tesoro. Entonces se lo comenté. Él, como si fuera un filósofo griego me respondió:

- Claro, este  pirata recorre muchos mundos buscando el mapa del tesoro. Él no se da cuenta que el mapa está en su barco, y siempre lo ha tenido.

Me quedé mirando su barco un rato largo. Recordando tantos libros, películas e historias, plasmadas en un barquito hecho con piezas de Lego... No pude sino reírme ante tanta sabiduría, y pensar en cómo hacemos para desaprenderla con los años.

martes, 9 de marzo de 2010

¿Qué valores "plasma" nuestra sociedad?

Desde que el terremoto llego a nuestras vidas, ha ido removiendo diversas estructuras, unas más visibles que otras. No quiero repetirme, ni seguir dándole vueltas a todo lo que se habla en todos lados.
Sólo me detengo a reflexionar, sobre un hecho que quisiera definir como insólito.

Es inevitable a estas alturas, que cualquier conversación entre dos personas que vivan desde la V Región hacia abajo en Chile, en algún momento se refiera a "cómo viviste/dónde estabas/qué hiciste/con quién estabas durante el terremoto".

Podríamos decir que es ya un tópico común.

Lo insólito o lo novedoso del caso, al menos para mí, es que dentro de las múltiples situaciones que he escuchado de distintas personas, una reacción recurrente al momento de sentir que el mundo se movía, fue (parafraseando la respeusta): "Yo lo único que hice fue quedarme esperando, mientras sostenía el plasma"

Parece gracioso. Parece casual. Pero cuando tantas personas responden de manera inmediata y sin pensarlo con ese tipo de reacción, es inevitable que concluya pensando que el plasma es probablemente, lo más valioso en las vidas de estas personas.

Aparentemente, es una pertenencia cuyo resguardo bien merece resistir en pie un cataclismo de proporciones. Y es la más importante. O sea, me atrevería a pensar que cientos o miles de personas prefirieron quedarse sosteniendo con fuerza su televisor de pantalla plana de no sé cuántas pulgadas, en lugar de salir a buscar hijos, o de abrazar parejas, o de salir corriendo, o... lo dejo a criterio de tu lista de prioridades en la vida, querido lector.

Evidentemente en momentos como esos, todos sabemos que uno reacciona con los instintos más básicos, echando mano a lo primero que identificamos como lo esencial, lo que no podemos permitirnos perder, olvidar, o dejar atrás. Miles de personas, prefirieron cuidar su Plasma. Por eso me pregunto hoy en un estúpido juego de palabras, sobre los valores que nuestra sociedad plasma...

lunes, 1 de marzo de 2010

¿nada que lamentar?

Sería un desalmado si me sintiera una víctima de los últimos acontecimientos de mi querido Chile. Gracias a Dios, lo más cerca del caos y la destrucción que estuve, es la escena que ilustra este posteo: Mi escritorio, que no está mucho más desordenado que cualquier día de ajetreo normal en la oficina, tal vez un par de pedazos de pared encima de la bandeja de los pendientes y una que otra grieta en el muro.
Mi familia y yo, nada. Ni un rasguño. Un par de tazas rotas. Y unas copas. Nada más. Sí el miedo de sentir que nada de lo que hagamos en esos momentos,  realmente tendrá un efecto cuando ves la fuerza de la naturaleza, mostrar un pedacito pequeño de su magnitud real.
Nos hemos sentido afortunados, bendecidos, por haber podido transitar en estos días sin nada que lamentar.

Pasado el miedo inicial, y empezando a tomar conciencia de los alcances de lo sucedido, empezamos a mirar alrededor, y ver dolor, pérdida, incertidumbre, destrucción, muerte, pero también esperanza, optimismo, solidaridad, esfuerzo, resignación, cariño.

Es notable cómo frente a las situaciones límite, sale la esencia de cómo realmente somos. Hay héroes que viven entre nosotros y que son capaces de hacer lo imposible.  Hay ángeles que cubren con su calidez. Hay soldados obedientes y prestos al llamado de ayudar. Hay amigos que vencen cualquier limitación para hacer llegar su mensaje de apoyo. Hay familias enteras que se reencuentran, y otras que nacen. Es una tremenda oportunidad para sacar lo mejor de nosotros. Lo mejor de un país.

Y porque he visto lo mejor, también me duele tanto, y me da vergüenza, ver esas masas informes de personas que aprovechan la menor oportunidad para revolcarse en la mugre de la barbarie, bajo el pretexto de tener hambre y sed. No importa cuánto pueda crecer un país. No importa cuánta infraestructura, cuántos planes sociales, cuánto empleo, cuánto producto interno bruto. Inevitablemente, hay una porción de la sociedad, que todavía no termina de asimilar lo que es precisamente vivir en una sociedad. Ante la mínima chance, reaparece ese animal embrutecido y sin valores, que no es capaz de distinguir lo que está bien de lo que está mal, que sonríe a una cámara que transmite en vivo y en directo su crimen, a un mundo que mira azorado.

¿Qué se hace con eso? O con esos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

la luz de sus ojos

Ayer, mi hijo fue a buscarme a la oficina. Yo iba saliendo, y el me esperaba en la puerta de entrada, mirando por la ventanita donde se entrega el correo. La escena era tan simbólica, que tenía que dejar un registro. Ahí afuera estaba la luz. El día que empezaba a las siete y media de la tarde. El día de verdad.

miércoles, 10 de febrero de 2010

silencio

Hay días como hoy, que tienen momentos donde la vorágine de lo cotidiano se congela, como si alguien oprimiera un remoto botón PAUSE. Y nada es tan importante como ese instante. Como la noticia de ese instante. Generalmente alguien que llega para quedarse. O que se va para siempre.

martes, 2 de febrero de 2010

el atractivo misterio de oriente

Fuimos a ver la muestra del Ejército de Terracota. China (la que leía en mis libros de niño como "Tribulaciones de un Chino en la China") siempre ejerció sobre mí una atracción especial.
Vimos las estatuas, las réplicas,  y toda la faramalla adicional de vasijas, jarrones, vestidos, diaporamas... y demás.
No sé si ya debo estar hibridado, pero de todo lo que vi, me quedé con estas bonitas reinterpretaciones de una artista chilena.


miércoles, 27 de enero de 2010

encuentros


anoche. eran las 9 y media. volaba sobre la cordillera de los andes. y lo vi. instante sublime. maravilloso. cuando el día se encuentra con la noche ese fragmento del tiempo. y uno tiene el privilegio de tener los ojos abiertos.

jueves, 14 de enero de 2010

Terminal


Hay algo en la Terminal. Puede ser acá, en Estados Unidos, en Europa o en cualquier lugar del mundo. Pero una terminal de buses, a las 2 de la mañana es un lugar cerrado, donde una televisión retumba, y las personas son tal vez de manera excepcional, los solitarios de siempre. Ese sonido que llena los espacios como en una galería deshabitada. Y la mirada entre despierta y dormida, ansiosa por la llegada del bus que te llevará a destino. Cada tanto, alguien, generalmente con un pantalón azul o gris, puede pasar, con un lampazo, o un cepillo, limpiando el piso del polvo que por alguna razón, siempre se resiste.
Si la terminal está al medio de un viaje, en un pueblo perdido, la dosis de desolación puede ser adicional. Si además la gente habla en otro idioma, se puede multiplicar. De cualquier manera, esa sensación de estar en un paréntesis, como tantas esperas en una terminal, es una tremenda oportunidad para pensar y darse cuenta. Terminal tras terminal. ¿De eso se trata?

martes, 12 de enero de 2010

Viajan por el tiempo


Algunos seguimos caminando cerca, y hemos ido atravesando territorios, mujeres, maridos, hijos, pérdidas, alegrías, logros, siempre acompañándonos. Animándonos de cerca. Más acá o más allá.
Los eternos asados de los jueves siguen inmutables para muchos de nosotros.
Otros se han quedado pegados en esa foto. Y en tantas otras, más lejanas. Con un sombrero de cumpleaños y una corneta. O andando en un triciclo. O celebrando un gol. Y ahí siguieron congelados por años, incluso décadas. O eso creía.
Hace tiempo algunos se animaron y viajaron en el tiempo. Han ido apareciendo de a poco. Algunos de la mano de gente de este tiempo. Otros surgen así, súbitamente, cuando me asomo a mirar como un pescador, qué ha recogido esta vez la red.

martes, 5 de enero de 2010

Una montaña Rusa

Hace unos días que estoy subido a tu montaña rusa.
A veces subimos riendo, tranquilos, ansiosos y excitados.
En un momento todo se detiene. La cumbre. Lo más alto.
No es posible subir más. La paz de un segundo. La plenitud de todo con vos.
Un paréntesis que sueño infinito.
Y después bajar con el vértigo que intenta alcanzarnos.
Y el alma que se quedó en la cúspide. Y el corazón.
Será por eso que abajo primero es el cuerpo embrutecido.
Y después cuando todos llegan, sólo después,  pensar, sentir, compartir.
Aunque ya es tarde; la carne primero hizo lo suyo.
Después volveremos a subir, despacio, con calma, para encontranos nuevamente en la cima.